February 26, 2008

Es de cobardes no huir a tiempo

Hace muchos años me enfrasqué en una relación tan destructiva que hubiera sacado de onda al mismo Polansky. Como es típico de toda relación tormentosa, y casi por definición, me aferré a ella con una esperanza terca, desproporcionada, un fervor que pasaba por mucho el límite donde la simple irracionalidad se empieza a llamar locura. Luego, como sucede en todos los casos de estupidez aguda -siempre más tarde que a tiempo-, me bajé del ring por intervención divina y no por voluntad propia. Creo que el berrinche me lo calmó la idea de que el dolor nos hace más fuertes.

La razón por la que recuerdo ahora este episodio de mal gusto es que hoy me sorprendí a mí misma repitiéndome el cliché de que sólo los cobardes se da por vencidos, y que yo no soy cobarde, y no sé que tanta cosa. La verdad -rectifiqué unos minutos después, cuando recordé lo mismo que narro en el párrafo anterior-, es que muchas veces por no ser cobarde he sido imprudente. Y que más me hubiera valido darme por vencida que seguir luchando por causas perdidas.

A veces pienso en mandar todo al carajo, pus total qué, como dice Maribel ("mñéh, ps, tothál!") pero he de confesar públicamente que me da miedo el qué dirán. No sé quiénes, pero qué dirán. Qué dirán cuando me vean regresando, con mis cajas de bachoco y sin título de doctorado, sin trabajo ni familia ni nada, regresar, así nomás, como me fui, pero más vieja, más gorda y más amargada.

Y entonces no sé si será necedad, pero me digo "otro ratito, vamos a echarle ganas, hasta septiembre y ya". Y así me he ido quedando, poco a poco, en cada lugar, todo este tiempo. Treinta y un años, ya van a ser...

February 25, 2008

San Manhattan Acatitla


Recuerdo que hace como un año Rodrigo se despedía en un mail diciendo algo así como "ahi luego me cuentas qué tal es Manhattan". Y nunca le contesté, pero me quedé pensando que una respuesta a esa pregunta era: "No muy diferente de Santa Marta Acatitla: cuatro paredes, luz artificial, sin ventanas...".

Qué bueno que nunca lo dije porque hubiera sido en parte mentira y en parte una verdad muy amarga, además de que da uno la mala (pero acertada) impresión de ser más quejumbroso que el viejito gruñón de los muppets al que nunca le gustaba el chow.

Un año después creo que he aprendido a disfrutar esta ciudad tanto como le es posible a un estudiambre de doctorado. Y me he enamorado de cada rincón, incluyendo mi oficina. Lo cual no es malo si consideramos que hay días en que Nueva York se porta como Toluca (fea, sucia, ceniza), y otros días que sale el sol como en Santa Marta y a mí por lo menos me agarra bajo la luz de halógeno de mi oficina resolviendo este estúpido problema del determinante no conservativo. Sólo que a diferencia de Santa Marta, aquí el tiempo corre rápido, desesperantemente rápido...

February 16, 2008

Síndrome Premenstrual


Hoy ha sido un día lindo: azul, transparente, despejado. Hoy los colores amanecieron como recién lavados, las cosas en general estaban su lugar como con ganas de estarlo, brillando, dejándose ver limpitas. Bueno, hasta los botes de basura tenían su encanto.

Pero yo no, yo hoy estuve encabronada. Estoy tan enojada que ya no sé ni con quién. Tampoco es un odio abstracto. Es una sensación de calor en el esófago, ajá, como las agrugras, pero acompañada de ganas de mandar a la chingada. En silencio y sin que se den cuenta, le ando mentando la madre a la gente que me encuentro: al cajero, a la viejita metiche del supermercado, el vecino en el elevador. Nadie me ha hecho nada, el cielo del atardecer era color azul turquesa alucinante y para colmo preparé un arroz con leche delicioso. Pero pasa, simplemente, que se despertó uno cínico, pedenciero.

Hoy tendría la enegía para luchar por los derechos humanos, por los refugiados en Kenya, protestar contra la privatización de Pemex, aventarle huevos a Calderón, arrojarle pintura a las señoras que usan como abrigos la piel de las foquitas o por lo menos insultar a los panzones que tragan huevos de tortuga en las playas de Guerrero. Por que hoy ando de ánimo argumentador, belicoso, maromero Páez, gallito, quémevenputos, asísoy-yqué, taxista de acapulco.

Y no me da miedo. Ni tampoco me creo que este enojo sea auténtico. Mañana, ya lo sé, volverá la vida a su estado normal, que es el de estar contento, según dice el psiquiatra de Norita, y otra vez "buenos días mi amor, qué quieres desayunar" y a sonreírle al cajero en el super y al vecino en elevador, y ya para entonces se me habrá olvidado que de vez en cuando es divertido el estado de amar la vida con esta leve rabia absurda.

February 14, 2008

Sambalentin


Se habría de declarar el 14 de febrero como el día de la solidaridad de los solteros. El día del santo patrono de los dejados, los abandonados, los divorciados, los viudos, los indecisos, los insoportables, los intolerantes, los acneicos, los rotos sin descocido, los arrepentidos, los que sentimos que nadie nos llega al precio, los que creemos que en la otra orilla del río el pasto es más verde, los solitarios pues, los que no sabemos compartir ni la cucharita para mover el café de la mañana, los que quieren compartir pero no saben qué, los que no tienen nada y tampoco con quién.

Un día, no hoy, pero algún día, el 14 de febrero será declarado políticamente incorrecto, discriminatorio y opresor de la dignidad de cientos de miles, de millones de solteros, que reconoceremos sorprendidos esta doble fortuna de ser tantos a pesar de estar tan solos.