Cuando Rodrigo se vino a vivir pal norte y hablábamos por teléfono durante horas, me acuerdo que uno de sus temas más recurrentes era el clima. Y lo medía en grados farenheit como si yo supiera hacer la conversión, y cuando me daba flojera o me daba pena preguntar "¿esos cuántos son?" simplemente contestaba "no, pus ha de estar cañón".
Siempre me intrigó porqué Rodrigo, de ser una de las personas con más cosas interesantes que platicar que yo conozco (porque sabe un montón de detalles dignos de la revista de Carl Sagan, porque sabe un montón de lingüística y porque, como a todos, le encanta el chisme), pasó a ser uno más de los eternos conversadores sobre clima. Después entendí que en su caso estaba plenamente justificado porque aislado en las montañas como estaba, su vida se volcó completamente hacia el esquí y el snowboard.
Hace más de un año que esa misma tendencia de hablar monotemáticamente sobre el clima (ni siquiera sobre el calentaiento global: nomás sobre el clima) se ha manifestado en mí. No que haya sido yo antes muy versada en temas (sólo me gusta el chisme), pero ahora no puedo evitar que mis conversaciones con la gente del otro lado del muro sean cosas como "Hoy está/no está nublado", "Hace calor: 8 grados" (yo sigo usando celsius), "Hay un arbolito con hojas verdes en mi barrio". Pobres de mis papás, de mis amigos, que han de pensar que los quiero matar de aburrimiento o que me hicieron una lobotomía. Y yo no tengo excusa: no esquío.
Pero bien visto, tiene sentido. Es una cultura que de por sí no es moralmente afecta al chisme, y conviviendo con personas que mis amigos no conocen, no puedo hablar de los más recientes acontecimientos en mi esfera social (y siendo ésta básicamente una esfera social conformada por ocho ñoños y seis profes, se hace menos interesante aún). Los acontecimientos políticos son totalmente predecibles (pierda o gane Obama), y la lingüística dura es aburrida y a nadie le interesa saber que lambdapelambdaequis-siysolosieltrenatropelloalperrito.
Tiene razón Larisa. O me vuelvo amante del arte o me resignaré a no tener otra cosa que decir más que: "otra vez tres grados y se siente como cero, y nublado, con vientos de 56km por hora. Con qué ánimos salir a correr?"
1 comment:
Jijiji... yo todavia lo sigo haciendo cada vez que hablo de USA y mi experiencia ahi... tambien tiene que ver con que la tele, la radio, los periodicos y la gente solo hablan del clima... ahi uno aprende que el clima es todo un tema que no deberia ser despreciado... pero claro si naciste en Cuerna donde el clima es perfecto pues no hay mucho de que hablar.
Por cierto, el clima del df sucks!
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