March 26, 2009

Postales breves de cuatro mundos III

Antonio

–Yo no me hallo aquí. Llevo tres años. Pero no me gusta.
–¿Y qué es lo que no te gusta?
–No sé. Pero no me gusta nadita. No me hallo.

Antonio trabajaba en la construcción. Un día la empresa quebró y se quedó en la calle. Y ahí estaba, parado en la banqueta, cuando pasó VanMan, que a través de la ventanilla de su camioneta le preguntó en inglés:
–¿Hablas inglés?
–Sí.
–¿Quieres trabajo? Antonio nomás movió la cabeza diciendo que sí.
–Súbete, le dijo entonces Frankie. Y desde la semana pasada anda con él en la camioneta de mudanzas.

En una de las veces que VanMan interrumpió la apología de Diamond para contestar el teléfono, Antonio me dijo: –Yo también tenía un perrito. Pero chiquito –lo dice haciendo la mano una cucharita invertida, bajándola hacia el suelo de la camioneta. –Un chihuahua. –¿Y qué le pasó? le pregunto yo. –Se lo regalé a una muchacha que me dijo “ay qué bonito perrito” y que le digo “llévatelo” le digo, y que se lo lleva.

–...
–Sí, yo ya en diciembre me regreso, aquí no me gusta. ¿Apoco a tí sí te gusta?
–Pues no mucho, tampoco.
–¿Y no te quieres regresar?
–Sí, Antonio. Todos los días quiero regresar.
–...

Ya terminamos de subir las cosas en la casa de María, que es donde vivo temporalmente ahora. Estamos a punto de despedirnos y yo de pagarle a Frankie en la banqueta. Antonio voltea a un lado y otro de la calle y estima en voz alta: “Hay mucho moreno”. En algunos lugares los latinos, o sea los morenos, se refieren a los negros como ‘morenos’. A los morenos no sé cómo nos dirán. En esa observación de Antonio entiendo su “no me hallo”: es la incomodidad de ser permanentemente extranjero, de no poder descansar de esa labor ingrata de ser ajeno. Vivir con una identidad impuesta desde fuera, por oposición, ser definido por lo que uno no es, que es una definición infinita. Pertenecer de golpe a una raza que uno no sabía ni que existía: Hispanic. Andar todo el día con la sensación de traer unos zapatos apretados, pero no en los pies, sino en otro lugar más abstracto. Porque, como me dijo Andrea alguna vez, con el respaldo de no sé cuántas experiencias: en este país ser mexicano no es neutral.

11 comments:

Anonymous said...

que bonito :D me gustan tus postales.
bueno, tal vez esto no tenga nada que ver, pero algun tiempo de mi vida vivi en un lugar que no era esta ciudad en la que vivo ahora... era extraño, pero nunca pude habituarme, como de decir... ahhh! llegue a casa... porque aunque llegaba a mi casa y dormia en mi casa, en algun lugar abstracto adentro de mi, esto no se sentia asi... si, era extraño... como si no me pudiera recargar 100 por ciento en lo que me rodeaba, como cuando uno esta en casa... entiendes?

Anonymous said...

Yo me enteré que pertenecía a la raza indígena hasta que llegué a este lado, antes solo era mixe y juro que ser mixe e indígena no es la misma cosa. De hecho, no hay palabra para indígena en mixe, hay palabra para no-mixe eso sí, y en ella caben mis compañeros de la facultad y todos los zapotecos y mixtecos y chinos y los demás no-mixes del mundo....

Larisa Escobedo said...

eres una escritora muy dulce. por eso tienes tanto fan. tus palabras se hacen como el caramelo al rededor de la manzana, se van pegando y luego dejan una riquisima y delgada costra sobre los oidos ajenos que no dan ganas de morder hasta despues de un buen rato.

en fin. queria decir que escribes muy bonito.

pero tambien, que no se como sera en ny, pero en chicago a los negros se les decia LOS MAS MORENOS. se entendia, desde luego que nosotros eramos morenos, pero aquellos, pues por logica, son MAS MORENOS. jejeje. me daba mucha risa y mucha tristeza a la vez. identidades impuestas y una pinche sensacion de que nadie se halla. no solo antonio o violeta. tampoco cecilia, ni seng, ni maureen. los migrantes, no importa de donde, estan tristes por su condicion liminal. los "gueros" -porque alla no hay gringos, solo hay "gueros", oh si- tambien estan tristes. tienen una suerte de verguenza de quien son y estan tan solos.

yo estuve alla y tampoco me halle. no ahorre nada y me regrese. aqui gano la mitad como profesora universitaria de lo que ganaba alla como albanhil. pero aqui si me hallo.

Violeta Vázquez-Rojas said...

Sí, puk, sí entiendo qué quiere decir llegar a casa sin terminar de llegar. Sobre todo entiendo qué es salir a la calle sin terminar nunca de salir. Hay lugares donde la calle se siente como la casa: este no es uno de esos. Cuando uno es ajeno, la calle se siente como una agresión constante que no termina. No termina ni cuando uno llega a la casa, porque no hay casa, porque no hay algo así como "llegar".

Violeta Vázquez-Rojas said...

A veces cuando me canso del mundo o de la ciudad o de las dos cosas, va a sonar muy cursi, pero mi blog es mi casa, y me gusta que pasen amigos a visitar. Gracias por venir, Minotaurus, ¿qué se toma?
No Elena, ser mixe y ser indígena no son la misma cosa definitivamente. Ser latino y ser hispano son diferentes también. Son términos alejados, tus amigos te conocen por uno de ellos. Tus desconocidos te desconocen con base en el otro. Una vez mi amigo Lao-Francés tenía que llenar uno de esos cuadritos que dicen "Raza" y te ponen opciones: "African American, Caucasian, Hispanic, Asian..." Mi amigo le pone, en la línea que viene a continuación de "otro: especifique": HUMANO.
Y que le devuelven el papel.

Violeta Vázquez-Rojas said...

Larry, gracias por tus dulces palabras tronadoras y caramelizadas. Es chistoso, pero cuando pienso en "lugares donde me hallo" y "lugares donde no me hallo" en la primera categoría me vienen a la mente: la casa del pan en coyoacán, tomando tés y pasteles con Lucero, Etna y Maribel. la casa de lisa y larisa, desayunando largo y rico y riéndonos a carcajadas. cuerna y mis sobrinos y sus alberquitas. la casa de mis papás. el lagartijero de la enah. la plaza de pátzcuaro.
yo aquí trabajo como albañil y gano como profesora universitaria en méxico, y gasto como carrie la de sex an the city pero sólo compro verduras y tarjetas de metro. es cansadísimo ser ajeno. y ser ajeno y pobrediablo, más aún.

Anonymous said...

No sé como llegué a tu blog, pero compartimos sensaciones, ideas y quién sabe... Odio ser sudaca en Europa, tener amigos mexicanos y que mis otros amigos, los de allá, mi no-novio, y los conocidos los llamen 'panchis'.
Que mi director de tesis, mi no-novio y mi romy, me pidan que que cambie mi sintaxis, mi vocabulario. No quiero parecer Hugo-Sánches, pero ¿qué más nos queda?

Anonymous said...

Hace una semana un hombre me pidió en la calle que le escribiera con buena caligrafia una dirección en árabe. Otro dia me hablaron en griego y otra vez un turco me fajonéo con las pestanas y con una retahila incomprensible. Y me creen Italiana, o Francesa, o Polaca (no mamén!) o Indonesa (lo cual no me gusta porque toda las que conozco tienen cara de manazo). Cuando estoy de humor, que ya no es muy seguido, todo esto me divierte porque pienso que mi cara tiene todos esos colores brillantes de un cartel hipócrita pegado en la estacion que afirma 'Diversity works'. Pero cuando me acuerdo de los 3 anos de invisibilidad que llevo a cuestas, les grito a los confundidos NOOOOOOOOOOOOOOOO SOY DE MEXICO QUE ES UN PAIS QUE NO ESTÁ EN SUDAMERICA, DONDE SE HABLA ESPANOL QUE ES UNA LENGUA QUE NO SIRVE NOMAS PA'PEDIR PAELLA EN BARCELONA, QUE ES UN PLATILLO QUE NO LLEVA CHILE (y me encantaba bailar salsa hasta que llegué acá y se volvió un asunto de no perder la cuenta y no mover mucho la cadera porque entonces aflojas rápido. Acá ser mexicana o latinoaamericana no es neutral sino ignorable, intrascendente, omitible, olvidable. Por el momento esta situacion sigue teniendo sus ventajas (no los necesitos para acordame de lo que soy), pero que no me chinguen con que me integre! (a qué?!).
Besos bonita. Como siempre, me haces pensar.
Ana (QUE NO ES LO MISMO QUE ANONIMO)

Anonymous said...

Fíjate Violeta que será que me estoy poniendo vieja, pero me conmoví hasta el punto de casi casi soltar una lágrima que ya se asomaba. (La detuve, no fueran a pensar mal de mí en mi trabajo).Fue con el comentario que le haces a Larry acerca de los lugares "donde te hallas".Y me acordé de los míos... No cabe duda que una lee tu blog para espiar a otro, pero la conclusión es que una te lee para espiarse a sí misma. M.

Violeta Vázquez-Rojas said...

Anónimo- del 8 de abril. Quiénsabe cómo llegaste, pero qué bueno que llegaste a este bló. Yo creo que Hugo Sánchez es un incomprendido, como nosotras (jeje).

Las piruetas que tiene uno que hacer para pasar no tan advertido como extranjero empiezan por hacer piruetas con la lengua. Una cosa es adoptar un idioma (eso es divertido), otra cosa es adoptar un acento. Eso es divertido si se hace por gusto, pero si se hace por necesidad es incómodo y a veces, incluso humillante y doloroso.
Lo de 'Panchis' no lo sabía. Pero bueh. Los 'Manolos' tampoco la tienen fácil cuando van a México, qué va :)
Saludos,

Violeta Vázquez-Rojas said...

Anita: Me recordaste ese brillante apelativo que Juan tenía para la salsa bailada como dices: "Salsa Blanca". Me acuerdo de ese nombre y cinco años después me sigo riendo.

M: Gracias por el comentario. No quiero que llores en el trabajo, pero me quedé con la curiosidá: ¿tú dónde sí "te hallas"?